Desactivando Contratos Kármicos Negativos para la Sanación

Los contratos kármicos negativos son votos, juramentos o lealtades del alma que hicimos en momentos de alto impacto emocional, en esta u otras vidas. Actúan como órdenes internas que condicionan decisiones y relaciones, aun cuando ya no tienen sentido. La Terapia de Vidas Pasadas (TVP) permite localizarlos en su origen y desactivarlos de forma segura, con resultados medibles en la vida cotidiana. Si buscas una guía ampliada sobre TVP, visita Terapia de Vidas Pasadas en cesarmatta.com.

Patrones de Repetición.

Un contrato kármico negativo se reconoce por su repetición. No importa cuánto te esfuerces, el mismo bloqueo vuelve: eliges parejas con el mismo final, pierdes oportunidades cuando estás por lograrlo, o cargas culpas que no entiendes. Suelen nacer de frases internas como “nunca volveré a amar”, “debo pagar por esto”, “mi dolor protege a mi familia”, o de votos clásicos (pobreza, obediencia, castidad) y pactos de sacrificio.
  • Relaciones que terminan siempre igual: abandono, traición, frialdad.
  • Autosabotaje justo antes del éxito: accidentes, olvidos, discusiones clave.
  • Lealtades invisibles: cargar problemas de tu clan sin saber por qué.
  • Ansiedad o síntomas físicos sin hallazgos médicos claros.
  • Culpa difusa, sensación de deuda o “no merezco”.
En TVP se busca el “primer momento” donde el alma prometió sostener ese patrón. Brian Weiss mostró cómo recuerdos de vidas pasadas explican fobias y bloqueos resistentes a terapia clásica; Michael Newton profundizó el espacio “entre vidas”, donde el alma revisa acuerdos y puede reformularlos. Esta mirada no es evasiva: integra emoción, cuerpo y significado.

Lo que juraste en otro tiempo puede estar decidiendo por ti hoy. Llevarlo a la conciencia y elegir de nuevo es libertad.

Si quieres leer más ideas sobre contratos y votos, consulta el blog en cesarmatta.com.

TVP: Romper votos y contratos de otras vidas

La Terapia de Regresión no busca “creer o no creer”. Busca resolver. El proceso terapéutico, bien guiado, sigue pasos claros y medibles:
  • Intención precisa: se define el problema actual (ej. “elijo pareja que me abandona”).
  • Inducción segura: se entra a un estado de foco interno, con plena capacidad de elegir.
  • Escena origen: emergen la vida (o momento) donde se formó el contrato. Se siente, se entiende, y se valida cómo protegía al alma.
  • Diferenciación: se distingue entre aprendizaje útil y juramento rígido que hoy bloquea.
  • Rescisión: se declara la cancelación del voto con lenguaje claro y propio, se recupera la energía que quedó “atada” y se devuelve lo ajeno.
  • Reparación e integración: se ofrece al yo de esa escena lo que faltó (dignidad, límites, amor), y se actualiza la creencia (“puedo amar sin perderme”).
  • Descarga somática: se libera la tensión del cuerpo (temblor, suspiros, calor), para que el sistema nervioso cierre el ciclo.
  • Plan en presente: acciones simples que confirmen la nueva elección (límites, hábitos, pedir ayuda).
Los símbolos importan. En TVP se usan actos terapéuticos para marcar el fin del contrato: romper la “escritura” del voto, entregar objetos simbólicos, o cruzar un umbral interno. La clave no es la ceremonia en sí, sino el estado de conciencia que la respalda. Por eso, la verificación es práctica: nuevas respuestas ante el mismo disparador. Si el contrato se disolvió, el patrón pierde fuerza.
Ejemplos de rescisión efectiva:
– Voto de pobreza: se transforma en “uso mis recursos con conciencia y servicio, sin renunciar a mi bienestar”.
– Juramento de castigo: se convierte en “aprendo de mis errores sin destruir mi vida”.
– Pacto de sacrificio por el clan: pasa a “honro mi linaje eligiendo vida y límites”.
Preguntas clínicas que ayudan durante la sesión: ¿Qué protegía este voto? ¿Qué temes que pase si lo sueltas? ¿Qué nuevo valor sostendrá tu vida ahora? Responderlas trae coherencia y evita crear otro extremo rígido.
Una buena TVP integra seguimiento: durante 21 días se refuerza la nueva elección con respiración consciente, escritura de cierre, y pequeñas decisiones alineadas. Si el patrón intenta volver, se detecta antes y se ajusta.
Si deseas orientación profesional o una sesión a distancia, puedes agendar una sesión online.
Reflexión final: si la causa raíz no se sana, la persona tendrá que seguir viviendo con el problema y sus consecuencias.

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